El PJ de nuevo en crisis institucional
Con la intervención de ayer al PJ, Mauricio Macri se ganó el derecho de anotar un interesante lista de ganadores y perdedores, todos alineados en el sentido que pretendía el Gobierno.
Hay indicios ciertos sobre, al menos, dos ofrecimientos concretos que hizo Eduardo Duhalde hace una semana a dirigentes del peronismo para que aceptaran hacerse cargo de la intervención que aún no estaba decidida.
El expresidente estaba dando señales desde hace un tiempo de querer volver del exilio en el que lo recluyó el kirchnerismo y también casi todo el resto del PJ. Duhalde, de hecho planteaba abiertamente la idea de una intervención a nivel nacional y bonaerense, aunque se pensaba él mismo a la cabeza. No fue para él.
María Servini de Cubría habilitó el camino pero con Luis Barrionuevo a la cabeza, un dirigente sindical que no le es extraño a ella desde siempre y que contaba con el visto bueno de muchos de los involucrados. Duhalde pensará ahora de que forma debe ser recompensado.
Para el peronismo de los gobernadores la decisión de ayer equivale a un rayo paralizante. pero muchos de ellos se reconocen como culpables (y algunos beneficiarios) de la decisión de la jueza. Como sea, queda un efecto por analizar: el fallo les quita de encima el peso de hablar de reunificación antes de las elecciones del año próximo.
Para entender la forma de razonar de los gobernadores peronistas hay que bucear en algunas de sus conductas. A ellos no les gusta salir a discutir en público estas cuestiones de internas; alambran su territorio con la esperanza de conservarlo. No siempre pueden.
"El monstruo que pusieron de interventor va a hacer monstruosidades, eso está claro. Pero va a terminar sacando al kirchnerismo de juego y eso no es tan malo", decían ayer algunos de ellos. No es seguro que eso sea tan así: con la reorganización del peronismo freezada, Cristina de Kirchner queda allí también en suspenso, justo donde Mauricio Macri quiere que esté.
Miguel Pichetto hace silencio y puede estar tranquilo que nada de lo que hace en el Senado está hoy cuestionado por ningún peronista. Menos tras la decisión de la intervención. En el Gobierno también hay saldo de ganadores y perderores. Rogelio Frigerio ayer festejaba.