Cedió Espinoza y hubo unidad
En el nuevo Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires volvió a circular un antiguo proyecto vetado en 2009 por Néstor Kirchner: desdoblar las elecciones municipales de las provinciales.
El expresidente temía una previsible oleada de "traiciones" de los intendentes y cajoneó la iniciativa que impulsaba Juan José Mussi, de Berazategui. Pero ahora la liga de alcaldes "renovadores" que lideran Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría) comenzaron a verla nuevamente con agrado en el contexto de crisis y dispersión peronista de cara a las elecciones de 2019.
Más allá de Cristina de Kirchner, el peronismo se quedó sin boleta para el próximo turno electoral. No sólo a nivel bonaerense, sino también nacional. La candidatura de María Eugenia Vidal a la reelección no presenta por ahora competidores instalados en el peronismo, más allá de las intenciones de Martín Insaurralde y/o Verónica Magario. El poder de arrastre de Vidal terminaría beneficiando a los candidatos municipales de Cambiemos en los territorios donde manda el PJ y los intendentes se expondrían a una derrota ante la "ola amarilla". A menos que se logren desdoblar las elecciones a través de una reforma de la Carta Orgánica de los Municipios.
Para eso sería necesario un acuerdo entre el nuevo PJ bonaerense de Menéndez y el oficialismo bonaerense en la Legislatura que preside Manuel Mosca. Más allá de las intención de los barones peronistas de instalar el debate, también a cargo de Guido Lorenzino, Cambiemos no estaría dispuesto a avanzar en ese esquema. El Gobierno bonaerense apuesta al arrastre de Vidal en el próximo turno electoral para disputar municipios donde hoy manda el peronismo como Tigre, Lomas de Zamora, La Matanza, Florencio Varela, Ituzaingó, Avellaneda, Moreno y Hurlingham.
Si se modifica la Carta Orgánica de los Municipios, los intendentes tendrían la atribución de fijar la fecha de elecciones en sus distritos. Desdoblar los comicios implicaría que los vecinos elegirían a su intendente y sus concejales en fechas distintas de la elección de presidente, gobernador y legisladores provinciales. Un alivio para el PJ que llegará a 2019 en medio de una metamorfosis política para reciclarse más allá de la figura de Cristina de Kirchner. Para Cambiemos sería negocio en los tramos de la boleta para elegir gobernador y presidente ya que los alcaldes peronistas podrían "colaborar" con el reparto y corte de boleta a cambio de blindar sus territorios pero resignándose a cuatro años más de Macri y Vidal en la Presidencia de la Nación y la gobernación bonaerense.
Ni Vidal ni Manuel Mosca en la Legislatura bonaerense estarían dispuestos a abrir ese debate. Sin embargo esta semana llegará el primer gesto de entendimiento con la liga de intendentes "renovadores" que desplazó al ultra kirchnerista Fernando Espinoza de la presidencia del PJ bonaerense. Federico Otermín, legislador provincial electo, será bendecido como vicepresidente de la Cámara baja.
La lista de unidad anotada el viernes pasado en la sede del Partido Justicialista pone fin a dos semanas de negociaciones entre las diferentes corrientes internas, que amenazaban con llegar a un punto de ruptura en el seno del partido. Tras las tres derrotas consecutivas en las urnas en territorio bonaerense, el PJ bonaerense busca renovarse y volver a posicionarse como una fuerza alternativa en 2019, por lo que como primera medida cambiará sus autoridades el próximo 19 de diciembre con un relegamiento de los dirigentes kirchneristas de los principales puestos.
Menéndez, que estará secundado por Gray, esta acompañado además por la mayoría de los jefes comunales peronistas del Conurbano, entre ellos Insaurralde (Lomas de Zamora), sumado a varios sindicalistas y los sectores de Sergio Massa y Florencio Randazzo. Este respaldo de sectores distanciados del kirchnerismo, que quedó plasmado en la nómina cuenta con el compromiso de la alternancia en la presidencia, ya que en 2019 el titular del partido será el intendente de Esteban Echeverría.