El arzobispado de La Plata podría dar un giro drástico.
La sucesión de Aguer ocupa por estas horas el centro de la rosca eclesiástica en la capital provincial. Aunque se sabe, la decisión es hegemonía de Francisco.
Hasta hace algunas semanas, el candidato más firme era Alberto Bochatey, actual obispo auxiliar de La Plata. Más tarde cobró fuerza el nombre del otro obispo auxiliar: Nicolás Biasi. Muchos aseguran que Francisco no dio ninguna señal para que uno de ellos continúe en el lugar de Aguer.
Una práctica usual en estos casos es la designación desde el Vaticano de uno de los auxiliares como arzobispo coadjutor (sucesor de hecho). Eso no sucedió a poco más de tres meses para la fecha límite.
Por eso las miradas se posan en arzobispos cercanos a Francisco. Por estas horas, el nombre que más suena entre quienes frecuentan la catedral de estilo gótico emplazada en el epicentro de la capital provincial es el de Víctor ‘Tucho' Fernández, arzobispo, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA) y muy cercano al Sumo Pontífice.
Desde los inicios de su carrera eclesiástica Fernández dedicaba todos los fines de semana a trabajar en parroquias de la periferia social. En una villa de Grand Bourg conoció al sacerdote jesuita Pablo Tissera, quien se convertiría en su director espiritual.
A Fernández se le reconoce dentro de la Iglesia argentinca su capacidad, su experiencia pastoral y una sólida formación teológica. Un perfil publicado por el diario La Nación asegura que se nutrió del pensamiento del padre Rafael Tello, director espiritual del padre Carlos Mugica y referente de los curas villeros, un sacerdote intuitivo y cercano a los pobres, que redescubrió en los años 70 la fuerza de la piedad popular, de quien Bergoglio tomó la frase "santo pueblo fiel de Dios", muy escuchada en sus homilías.